Vida Sana

Ahorra en la cesta de la compra

cesta de la compra

La cesta de la compra en una familia es algo fundamental, ya que de una buena compra depende una alimentación sana y un ahorro importante que en los tiempos que corren se agradece. Es por ello que cuando vayamos al supermercado, debemos tener en cuenta ciertos aspectos. Recuerda, que es importante hacer una compra semanal, y no volver varias veces al supermercado, ya que eso provocará un encarecimiento en la cesta de la compra y una falta de planificación en las comidas, lo que repercutirá de forma negativa en la dieta familiar.

Cómo ahorrar en la cesta de la compra con menús semanales

Es la mejor manera de ahorrar tiempo y dinero. Compra lo justo y necesario, improvisar siempre sale más caro.

Es muy importante para ahorrar en la cesta de la compra que te fijes un presupuesto máximo y no salgas de él, la comida que acabe en la basura, será tu dinero que tires a la basura. Para ajustar el presupuesto, se pueden comprar productos a granel, y comparar entre diferentes marcas, también blancas, y supermercados.

Revisa las etiquetas de los productos, para tener un conocimiento más exacto de su composición nutritiva, su origen, cantidad y las fechas de caducidad o de consumo preferente.

Qué hacer para ahorrar en la cesta de la compra en el supermercado…

Lleva preparada la lista de la compra

Para ahorrar en la cesta de la compra cuando vas al supermercado, haz una planificación de los alimentos y productos que vas a necesitar durante la semana, teniendo en cuenta un menú planificado previamente. Con esa planificación, al apuntar lo realmente necesario, evitarás llevarte productos que quizás no necesites, o aquellos alimentos tentadores y poco saludables. De esta manera ahorrarás mucho dinero al cabo del año.

Para ahorrar en la cesta de la compra compara precios entre establecimientos

Ocurre, el mismo producto ( formato y marca ) varía de precio dependiendo de supermercados, de modo que debemos comparar precios entre supermercados. Existen webs que nos ofrecen esta información como:
Carritus, TuDespensa, MiSupermercado, ComparaSuper y Ahorrarte.

Si comparamos sólo productos de marca blanca, el ahorro es todavía mayor.

Haz un presupuesto mensual para la cesta de la compra

Si sabemos cuál es nuestro presupuesto mensual o semanal que vamos a dedicar para la compra, podemos evitar comprar ciertos alimentos o productos innecesarios que suelen elevar la cuenta a pagar. Además también te va a permitir priorizar lo que es necesario comprar de lo que no es, diferenciando caprichos de necesidades.

Tener un menú semanal

Esta es la mejor manera para saber qué es lo que necesitamos comprar para las comidas del mes o de la semana. También vamos a ahorrar tiempo, pues evitaremos ir a la compra más veces de las necesarias.

En el siguiente enlace puedes encontrar menús semanales para todos los meses del año, Menú Semanal.

Crear presupuestos para cada tipo de producto

Podemos hacer más eficiente nuestra lista de la compra, si dentro del presupuesto total, priorizamos lo que vamos a comprar y además asignamos un presupuesto concreto para cada tipo de producto que vayamos a comprar; carne, pescado, fruta, lácteos, etc. Poco a poco conseguiremos ajustar un presupuesto casi perfecto ajustado a tus necesidades.

Consume productos de temporada

Los productos de temporada son más baratos y saludables. Evita la comida prefabricada que además de ser más cara, es menos saludable.

No compres productos nada saludables e innecesarios

La bollería industrial, patatas fritas y demás tipos de snacks son productos poco nutritivos y su abuso es causa de problemas de colesterol, obesidad y enfermedades cardiovasculares.

Marcas blancas y ofertas

A veces las marcar blancas no son sinónimo de buen precio-calidad, asegúrate que ese binomio se cumple, o al menos que la calidad no sea demasiada baja.

Comprueba siempre el precio por Kg, ya que a veces las ofertas pueden resultar engañosas y no tan competitivas.

Algunos supermercados ofrecen productos 2×1, pero ten en cuenta que si ese producto es perecedero, puede acabar en el cubo de la basura, y cada alimento que tires a la basura, es dinero que tiras a la basura.

Las caducidades

La fecha de caducidad de los alimentos son orientativos, por lo que siempre hay un margen de días en los que aún se pueden consumir sin riesgo para la salud. Cuando vayas a consumir un elemento recientemente caducado, fíjate, en el olor, color y sabor antes de tirarlo, ya que como antes dijimos, cada alimento que se tira a la basura, es dinero que se tira a la basura.

Al supermercado se va sin hambre y sin niños

Cuando vamos al supermercado con hambre tendemos a comprar alimentos que son más accesibles y de fácil preparación. Además nuestra capacidad de percepción de ciertos productos no tan saludables es mayor que si vamos saciados. Ten en cuenta que este es trabajo de marketing y conocen nuestras debilidades.

A su vez, ir a la compra con los niños se puede volver una continua lucha, ya que ellos tienden a coger de las estanterías alimentos poco saludables como chuches, bolsas de patatas fritas o cualquier producto que les parezca llamativo. Los cuales además de ser poco sanos, elevarán sustancialmente el precio del carrito de la compra. Recuerda que el objetivo es ahorrar en la cesta de compra.

Bollería industrial y caramelos

Como comentamos anteriormente, quienes trabajan en marketing estudian los comportamientos de los potenciales compradores, y los niños pertenecen a ese grupo a pesar de no disponer de capacidad económica.

De modo, que en ocasiones, las chuches y bollería industrial se encuentran más cercanos al suelo y más accesibles para ellos. Evita que eso ocurra, y te ahorrarás muchos euros, y te asegurarás una alimentación infantil más saludable para tus hijos.

Evita usar el carrito si tu compra no va a ser grande

Cuanto mayor capacidad tenga el carrito, más cosas te van a caber dentro, y tu subconsciente tenderá a llenarlo aunque no sea necesario. De nuevo el marketing sabe hacer su trabajo. Intenta usar una cesta sin no vas a comprar mucha cantidad, y no olvides que es tu lista de la compra la que debe decirte qué es lo que debes comprar.

Los pasillos son una trampa

La disposición tanto de los pasillos como de los productos que presentan están perfectamente pensados, son estrechos, de modo que su capacidad de atracción hacia a ti es mayor. Los productos se disponen en las baldas dependiendo de la altura para llamar más la atención de unos consumidores u otros.

Chuches y bollería, van a estar en las baldas más cercanas al suelo. Lo mismo ocurre con los productos más caros, que siempre van a estar a la altura de tus ojos. No olvides que la lista de la compra es tu amiga y te hará ahorrar mucho dinero si te ciñes a ella.

Disposición de los productos de primera necesidad

Siempre van a estar en lugares escondidos, y para llegar a ellos deberás recorrer pasillos llenos de tentaciones perfectamente dispuestas para ti. En la mayor parte de los casos serán productos que deberían carecer de interés para ti, o al menos no ser prioritarios, de modo que siempre ve directo a comprar aquello que te indica la lista de la compra.

A veces te encontrarás con que te han cambiado de lugar los productos, tiene sencilla explicación, para encontrarlos deberás atravesar pasillos con estanterías y tentaciones innecesarias.

Los colores son una atracción fatal

En marketing se trabaja mucho que un producto sea llamativo, siempre será más fácil fijarte en ellos y comprarlos, pero eso no significa que sean productos de calidad.

Qué podemos hacer en casa para ahorrar en la cesta de la compra

Evita tener productos al fondo de la despensa o del frigorífico

Puede que al cabo de un tiempo te des cuenta que tienes un producto ahí al fondo que no recordabas, que ya está caducado y que además has comprado por duplicado. Esto se traduce en un gasta innecesario y comida que acaba en la basura. Intenta colocar los productos recién comprados al fondo, y los que más tiempo lleven adelante.

Recipientes

Las pastas, cereales, legumbres, o harinas se conservan mejor, una vez abiertos, en recipientes herméticos.

Frigorífico

La leche, zumos, nata, deberán conservarse en la nevera. La temperatura recomendada en el frigorífico debe estar entre los 1 y 5 grados, y el congelados -18 grados. Los alimentos no deberán tocar nunca la pared del fondo del frigorífico, y dejaremos espacio entre ellos para que corra el aire correctamente.

En la puerta colocaremos las bebidas, salsas y huevos. En la parte superior del frigorífico, los alimentos que requieren menos frío, en la parte central, yogures y lácteos, abajo los productos que necesitan más frío. Y en los cajones fruta y verdura.

El plato

Lo que se queda en el plato se acaba tirando. De modo que es mejor servir raciones más pequeñas y repetir si uno se queda con hambre.
La comida sobrante que no se haya servido hay que guardarla. Si es un plato ya elaborado lo mejor es congelarlo. Y si es mucha cantidad, es preferible dividirlo en varias raciones y guardarlo en distintos recipientes.

Si aún así sobra comida, en lugar de tirarla lo mejor es utilizar los restos para el día siguiente o para la cena: caldos de verdura, zumos o batidos de fruta, croquetas, pan rallado…

Cocina en grandes cantidades y congela porciones

Es muy importante dedicar uno o dos tardes a la semana a cocinar grandes cantidades de comida y congelar raciones, de esta manera podrás planificar de forma más sencilla los menús semanales, y los platos ganarán en calidad, al ser platos caseros.

Algunos trucos del día a día

-Para una mejor conservación de los ajos, podemos pelarlos e meterlos en un bote hermético para guardarlos en el frigorífico. También los podemos poner en un bote con aceite.

-El pan de molde se conserva mejor en la nevera que en la despensa.

-Pon unos granitos de arroz en el salero, para conservar mejor la sal contra la humedad.

-Envuelve lechuga en papel de periódico antes de meterla en el frigorífico, aguantará más tiempo.

-Podemos congelar verdura fresca que hayamos comprado: la troceamos, la hervimos durante unos cinco minutos, se deja enfriar y la guardamos, bien escurrida, en una bolsa de congelación.

-Si al abrir el bote de tomate, no lo consumes entero, pon lo que sobra en un bote de cristal y recúbrelo con un poco de aceite de oliva crudo.

-Utiliza film transparente para evitar que crezca moho en el queso u otros hongos, y guárdalo en el frigorífico.

-Evita que los bizcochos caseros o magdalenas se queden duras metiéndolas en botes de cristal.

-Cuando los cereales se han revenido un poco, ponlos en el horno durante un minuto a 100 grados, pon encima papel de aluminio.

Si tienes en cuenta todos estos consejos, al final del año verás como el precio de tu cesta de la compra ha descendido de forma considerable, y la calidad de la alimentación familiar habrá aumentado. Así que ahorrar en la cesta de la compra es ganar en salud.

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