Alergias e Intolerancias

Alergia a la proteína de la leche de vaca

leche

La alergia

El que los niños sean alérgicos a la proteína de la leche de vaca es más frecuente de lo que pudiéramos imaginar, no así en el caso de los adultos ya que en puntuales ocasiones se han dado casos. Suele aparecer durante el primer y segundo año de vida.

La incidencia de la alergia a la proteína de la leche de vaca, se encuentra entre el 0,3% y el 7,5% de la población, estos datos son tan dispares debido a que se corresponden a diferentes estudios. Dentro la de las alergias alimentarias, supone esta alergia a alrededor del 24% del total. A veces, la alergia a la proteína de la leche de vaca es una primera manifestación de la predisposición alérgica que puede tener el niño, ya que en aproximadamente del 40% de los casos, estos niños también desarrollan alergias a otros alimentos, y alrededor del 28% desarrollan alergias de tipo ambiental como son el pólen, ácaros, hongos, etc. La alergia a la proteína de la leche de vaca por parte de los niños se debe a unas proteínas que pueden inducir a la alergia, estas proteínas son la caseína y las proteínas del lactosuero, betalactoglobulina y alfalactoalbúmina.

Normalmente es el calor el que con su acción acaba con las capacidades alérgenas de las proteínas, pero en el caso de la proteína de la leche de vaca, el hecho de hervir la leche no es suficiente, puesto que la caseína y la betalactoglobulina, son capaces de soportar el calor y de este modo no se ven alteradas sus propiedades alergénicas.

Las alergias alimentarias normalmente desaparecen antes de los cuatro años de edad, y la alergia a la proteína de la leche de vaca, además, es la que cuenta con un mejor pronóstico para los niños.

Alternativas de consumo

Hay alternativas al consumo de leche de vaca por parte de los niños como son las fórmulas artificiales empleadas en la lactancia, aunque estas se obtienen a partir de leche de vaca, se someten a procesos para adpatarla a lo que sería la leche de lactancia de la madre.

Hay fórmulas artificiales que son perfectas para los niños que tienen riesgo de desarrollar alergia a la proteína de la leche de vaca, estas son las llamadas hidrolizados parciales.

Para los niños que ya sufren la alergia, están las fórmulas llamadas hidrolizados totales, ya que el proceso al que han sido sometidas ha modificado la estructura de las proteínas acabando con su capacidad alérgena. Estas leches o fórmulas artificiales han sido desgrasadas, y se han añadido proteínas y aceites vegetales para que se parezcan lo más posibles a la leche de la mujer lactante.

Síntomas de la alergia a la proteína de la leche de vaca

Son varios los síntomas que pueden presentar los niños cuando sufren la alergia a la proteína de la leche de vaca, pueden ser de tipo cutáneo, digestivos o sistémicos.

Los cutáneos pueden darse en la áreas de la piel que han tenido contacto con la leche, como pueden ser los labios o mejillas. Puede ser más fuerte y aparecer urticarias y angioedema (hinchazón similar a la urticaria pero que se presenta bajo la piel en vez de en la superficie).

Los digestivos suelen ser vómitos, distensión abdominal (el abdomen está hinchado), diarrea o flatulencias.

Los síntomas sistémicos, que en rara ocasión aparecen, pueden ser una reacción anafiláctica (reacción grave en todo el cuerpo a un químico que se ha convertido en alérgeno), o una crisis de broncoespasmo (contracción anormal del bronquio que resulta en un estrechamiento y en una obstrucción aguda de la vía respiratoria).

Estos síntomas suelen aparecer al poco tiempo (desde unos pocos minutos hasta en ocasiones varias horas) de estar en contacto o haber ingerido la leche de vaca, o también sus derivados, tanto lácteos como otros alimentos que la pueden contener como son los purés, galletas, pastas, etc.

También puede sufrir el niño una intolerancia a la proteína de la leche de vaca en vez de una alergia, los síntomas son exclusivamente de tipo digestivos.
Debido a la inflamación de la mucosa intestinal, al disminuir la absorción, puede causar problemas de retraso del crecimiento y anemia.

Qué favorece la aparición de la alergia a la proteína de la leche de vaca

La alergia a la proteína de la leche de vaca se puede dar debido a la exposición a estas proteínas, es decir su consumo, o su contacto y también debido a la predisposición genética. La lactancia artificial puede favorecer la aparición de la alergia ya que la leche materna contiene sustancias que favorecen la madurez del sistema inmune, disminuyendo de esta manera el riesgo de sensibilización, al contrario de lo que sucede con la lactancia artificial.
Puede ocurrir que la madre transfiera al feto alérgenos alimentarios a través de la placenta, lo que posibilitará que el feto pueda producir anticuerpos y durante los primeros contactos con el alimentos puede presentar algún síntoma.

El diagnóstico de la alergia a la proteína de la leche de vaca

El diagnóstico de la alergia a la proteína de la leche de vaca se debe hacer a partir de las pruebas cutáneas y de la historia clínica.
Es muy importante poder relacionar la ingesta de la leche de vaca son la aparición de los síntomas, ya sean estos cutáneos y/o sistémicos (deja entrever que puede ser una alergia), mientras que los síntomas digestivos junto con análisis de sangre que den muestras de anemia o niveles bajo de hierro van a sugerir una intolerancia.

Es el alergólogo quien se va a encargar de diagnosticar y valorar la alergia, así como quien va a decidir las pruebas que se deben llevar a cabo para concluir si el niño padece alergia o padece intolerancia a la proteína de la leche de vaca.

Cómo tratar la alergia a la proteína de la leche de vaca

El tratamiento de la alergia a las proteínas de la leche de vaca que se llevará a cabo, debe ser dirigido y supervisado por el alergólogo. Hay dos tipos de tratamiento, el preventivo y etiológico (cuando el niño ya ha desarrollado la alergia).

Tratamiento preventivo
Este tratamiento se realiza cuando se detecta que el niño puede desarrollar alergias debido a los antecedentes familiares por atopía. En estos casos las medidas que se tomarán irán enfocadas a evitar el contacto con los alérgenos;
-Lactancia materna exclusivamente durante los seis primeros meses.
-Se evitará un primer biberón en la maternidad.
-Se retrasará la introducción al niños de los alimentos alergénicos.
-Reducir en la dieta de la madre los alimentos que considerados como altamente alérgenos, pescado, leche y huevos.
-Se hablará con los responsables de la guardería en caso de que el niño vaya a ella para que lleven a cabo las indicaciones anteriormente mencionadas.

Tratamiento etiológico
Cuando el bebé ya ha desarrollado la alergia, el mejor tratamiento es excluir completamente de su dieta todos los alimentos que contengan las proteínas causantes.

A su vez los niños que padecen la alergia a las proteínas de la leche de vaca pueden presentar una reacción cruzada con las leche de cabra y oveja, de modo que estas no son una buena alternativa a la leche de vaca.
Hay que tener en cuenta que son muchos los alimentos derivados que pueden contener trazas de estas proteínas, de modo que se deberán tener en cuenta la composición de estos.

Algunos de los alimentos que se pueden identificar como derivados son las mantequillas, leche (también la leche en polvo), queso, nata, helados, embutidos, galletas, etc.
La soja puede ser un alimento sustitutivo pero normalmente los niños que padecen alteraciones digestivas también suelen ser intolerantes a la soja.

Un alimento sustitutivo, como se comentó anteriormente son las fórmulas de hidrolizados totales. En los casos en los que incluso el niño sufra alergia con las fórmulas de hidrolizados totales, hay que hablar con el pediatra ya que las fórmulas elementales pueden producir carencias nutricionales.

Cómo reaccionar ante una ingesta inesperada

En el caso de que el niño de forma accidental consumiera un alimento alérgeno, tenemos que tener en cuenta cómo reaccionaremos ante tal circunstancia.
Si la reacción es cutánea y leve, el alergólogo nos habrá indicado la dosis de antihistáminico que le debemos suministrar.

En el caso de que la reacción sea más severa llevaremos al niño al centro médico u hospitalario más cercano donde indicaremos la alergia del niño y el alimento alérgeno consumido de forma accidental.

Enlaces de interés; Familiares de niños alérgicos

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