En los últimos años las alergias están más presentes que nunca y cada vez aparecen más personas alérgicas. Una de estas alergias es la alergia al níquel. Cuando se habla de esta alergia, normalmente se suele asociar a reacciones relacionadas con el contacto con objetos compuestos por níquel, pero también existe la alergia debido al consumo de alimentos ricos en níquel.
¿Qué es el níquel?
Pues el níquel es un elemento químico, de modo que puede tener diferentes presentaciones dependiendo de su estado. Quizás el más conocido es el níquel como metal.
Pero realmente la presencia del níquel en el día a día es abundante, desde alimentos, hasta en el agua, el humo de los cigarrillos, etc.
Síntomas de la alergia al níquel
Uno de los síntomas más comunes es la aparición de lesiones en la piel en forma de dermatitis, causando bastante picor. También puede mostrarse en úlceras o aftas bucales.
Hay otros síntomas que son característicos como son el dolor de cabeza, náuseas, sensación de malestar general, fatiga.
Como todas las alergias, esta se puede desarrollar con el paso del tiempo, o debido a una sobreexposición al níquel o por la cantidad de níquel que el organismo ingiere.
Como hemos comentado al principio, la alergia puede aparecer por al contacto con objetos con contienen níquel como son las llaves de casa, bisutería, botones, cremalleras, paraguas, monedas, útiles de cocina, en fin, una gran cantidad de objetos que usamos en el día a día y que son de metal. Además hay otros elementos cotidianos como son algunos cosméticos, tintes o productos relacionados con el cuidado del cabello que contienen níquel.
También son muchos los alimentos que contienen níquel, la lista no es pequeña, pero más adelante te la vamos a mostrar.
Cómo saber si se es alérgico al níquel
Hay una forma muy sencilla y que todos podemos llevar a cabo en casa para comprobar si somos alérgicos o no. Tan simple como poner una moneda que contenga níquel, las monedas de un euro son un buen ejemplo, entre el antebrazo y el bíceps. La colocamos ahí usando una cinta adhesiva hipoalergénica, la vamos a mantener durante unos dos días, si al cabo de este tiempo puedes observar que se ha formado una especie de roncha en la piel, las probabilidades que seas alérgico al níquel son altas. El siguiente paso es acudir al médico para que te haga las pruebas necesarias para confirmar la intolerancia o alergia al níquel.
Cuando la alergia es grave hay que eliminar completamente cualquier exposición a este elemento, ya sea un objeto o alimentos que contengan cualquier traza. Pero cuando la intolerancia es leve, simplemente con una modificación de los hábitos alimentarios, básicamente detectando y eliminando cualquier alimento que contenga alguna cantidad, aunque sea ínfima, de níquel. De esta manera se va a conseguir una mejora muy importante.
Alimentos que contienen níquel
Algunos de los alimentos que se deben evitar si se padece alergia al níquel son frutos secos como las nueces, cacahuetes, avellanas, almendras y cualquier fruta grasa en general. También el chocolate y el cacao en polvo, cereales como la avena, el trigo, mijo, maíz y cerveza.
Alimentos del mar como crustáceos, mejillones, ostras y arenques. También hay algunas frutas que contienen níquel, uvas, y también las pasas, ciruelas, kiwi y peras.
El tomate, espárragos, setas, espinacas, judías, lentejas, guisantes, cebolla o lechuga son otros alimentos que contienen trazas de níquel.
Cualquier alimento enlatado y en conserva, así como los alimentos industriales que contienen aceites vegetales hidrogenados.
Pero hay que destacar que de los alimentos anteriormente comentados, los más alérgenos y que más reacción pueden provocar son las lentejas, nueces y el cacao.
En muy menor medida, y si la intolerancia al níquel es leve, se pueden comer hortalizas como la calabaza, pepinos, calabacines, zanahorias, coliflor, cualquier fruta a excepción de las contenidas en la lista anterior.
Los huevos, aceite de oliva, café y té verde también se pueden tomar si la alergia es leve. También se pueden consumir productos lácteos, patatas, carne y pescado a excepción de los comentados anteriormente.
Además, como hemos comentado anteriormente, muchos objetos cotidianos contienen níquel, y por supuesto eso también ocurre con los utensilios de cocina, de modo que deberás utilizar utensilios de cocina de acero inoxidable o hierro fundido que garanticen que no tienen absolutamente nada de níquel.
