Anemia ferropénica

¿Qué es la anemia?

La anemia aparece cuando nuestro organismo no tiene el número suficiente de glóbulos rojos sanos, cuyo principal cometido es proporcionar oxígeno a los tejidos del cuerpo.

Si nuestro organismo no tienen un cantidad suficiente de hierro, sufriremos anemia ferropénica, ya que el hierro es fundamental para la producción de glóbulos rojos. La anemia ferropénica es la anemia más común.

Causas de la anemia ferropénica

Son varias las causas por las que se puede padecer anemia ferropénica,
-Puede que el organismo necesite más hierro de los que es habitual, esto suele suceder durante el embarazo o la lactancia.
-En ocasiones el organismo absorbe hierro, pero no se consumen la cantidad de alimentos necesarios que lo contengan.
-El organismo es incapaz de reponer los glóbulos sanguíneos que va perdiendo.
-El organismo tiene dificultades para absorber el hierro.
-Durante la menstruación al sangrar en abundancia se pierde hierro.
-Otros motivos de sangrado que pueden provocar pérdida de hierro son cánceres como el de colon, estómago o esófago.
-Otras enfermedades como la celiaquía o enfermedad de Crohn.
-Si se ha consumido durante un largo periodo de tiempo medicamentos como la aspirina o ibuprofeno que pueden llegar a provocar un sangrado gastrointestinal.
-Hay otras causas que se pueden derivar de una alimentación incompleta.

Síntomas de la anemia ferropénica

Cuando se padece anemia ferropénica los síntomas suelen aparecer de forma leve al principio y poco a poco si no se trata se van agravando.

Algunos de los síntomas leves más comunes son sentirse débil de manera continua y cuando se hace algo de ejercicio, dolores de cabeza, mal humor o problemas de concentración.

Pero si la anemia empeora algunos de los síntomas que nos pueden poner sobre la pista de la anemia ferropénica son mareos frecuentes al incorporarse, dificultades para respirar, palidez de piel, uñas que se rompen con facilidad o el color azul en la esclerótica de los ojos.

Cómo tratar la anemia ferropénica

La solución se encuentra en proporcionar más hierro al organismo, añadiendo suplementos de hierro y comiendo alimentos ricos en hierro.

En el caso de los suplementos de hierro, estos serán prescritos por un médico, pues se deberá someter a unas pruebas que evalúen cuál son los niveles de hierro en el organismo. El suplemento más habitual es el sulfato ferroso.

En el caso de las mujeres embarazas y los lactantes, es posible que necesiten hierro adicional, ya que normalmente no obtienen las cantidades necesarias con una alimentación normal.

Algunos de los alimentos más ricos en hierro son;
-Legumbres como lentejas y guisantes.
-Carnes como el pavo y el pollo (el hígado es la parte que más hierro nos va a proporcionar). Carnes rojas.
-El pescado, yema de huevo, soja, uvas pasas, espinacas, coles, ciruelas y albaricoques.

La alimentación es fundamental para poder sobrepronerse de la anemia ferropénica, tanto para evitarla como para tratarla. En este segundo caso es fundamental seguir las pautas que marque un profesional.