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Cómo sustituir alimentos lácteos de origen animal

sustituir alimentos lácteos

La intolerancia a la proteína de la leche de vaca cada vez se está haciendo más presente en niños y adultos, esta intolerancia hace que el consumo de productos lácteos se restrinja, pero ¿Sabías que se pueden conseguir sustitutos de estos alimentos lácteos de origen animal por alimentos lácteos de origen vegetal?

Alimentos lácteos

Uno de los aportes más importantes de los alimentos lácteos es el calcio, pero también el calcio se puede conseguir por medio de otros alimentos que no sean los lácteos de origen animal, verduras, legumbres y algunos frutos secos como las almendran nos aportan las cantidades necesarias de calcio.

Hay varias formas de sustituir alimentos lácteos tan comunes en nuestra dieta, como son la leche, yogures o quesos de forma sencilla.

Aunque este tipo de alimentos sea considerado como parte de la dieta vegana (alimentación sin ningún tipo de alimento de origen animal), en el caso de aquellos que padecen intolerancia a la lactosa, se convierte en una buena alternativa.

Sustituir la leche de vaca

En los últimos tiempos la leche de origen vegetal se ha hecho muy popular y no es difícil encontrar en casi cualquier supermercado leches de origen vegetal como la soja, almendra o arroz. No hay que olvidar, que los niños también pueden padecer alergia a la soja, o alergia a los frutos secos, te invitamos a que visites los siguiente artículos, Alergia a la soja en niños y Alergia a los frutos secos.

Estos diferentes tipos de leche de origen vegetal se pueden usar tanto para desayunar, como para la preparación de postres, salsas o batidos de frutas. Así, por ejemplo, la leche de almendras o avellanas, por su sabor pueden ser más indicadas para el desayuno. También se pueden usar estas mismas leches para la preparación de postres.

Para las salsas, dependiendo del tipo de esta, será mejor uno u otro tipo de leche. Por ejemplo para las salsas de curry, o salsas de platos orientales se suele usar leche de coco, y para la elaboración de bechamel las leches más indicadas pueden ser la de soja, arroz o almendras.

Sustituir yogures

En el caso de los yogures sucede como con la leche, podemos encontrar en los supermercados una amplia variedad de yogures de origen vegetal como el arroz, soja o avena que se adapten a nuestros gustos.

Sustituir los quesos

En el caso de los quesos, se reduce bastante la oferta que podemos encontrar en los supermercados, pues normalmente sólo hay queso de tofu, y en las tiendas especializadas, si tienen otro tipo de quesos curados o semicurados, nos podemos encontrar con que el sabor no se haya conseguido, y además los precios son altos.

Pero existen alternativas algo más baratas y caseras. Por ejemplo, se pueden prepara comidas gratinadas al horno, donde se puede añadir desde almendras o nueces de macadonia molidas, al uso de levaduras de cerveza.

Aunque el sustituto estrella es el tofu, que se puede usar en las pizzas, como queso de untar (añadiendo un poco de sal y hierbas aromáticas) o como queso fresco.

Sustituir nata

En las tiendas especializadas se puede encontrar nata de origen vegetal como son las de soja y avena, pero suelen resultar bastante caras, como los quesos.

Existen algunos trucos que nos pueden ayudar a ahorrar algo de dinero para conseguir nuestra nata.
Si queremos conseguir nata para postres, lo podemos hacer mezclando en la batidora leche de soja, y mermelada.

La nata montada es más difícil conseguir, pero no imposible. La leche de coco es la única que monta chantilly, así que si la mantenemos muy fría al montarla con las varillas (mucho más fácil con las eléctricas) conseguiremos una nata montada perfecta.

Para conseguir nata de cocinar, lo podemos hacer a partir de la leche de soja, mezclando medio litro de ésta con una cucharada de margarina vegetal y otra de aceite de oliva, mientras la cocemos a fuego lento.

Sustituir la mantequilla

En este caso lo tenemos más fácil, pues podemos comprar en cualquier supermercado margarina vegetal, con un sabor muy parecido, y en este caso más saludable.

El hecho de que cada vez haya más personas que padezcan intolerancia a la lactosa ha facilitado que encontremos sustitutos en los supermercados.

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