La hipercolesterolemia ha sido siempre una enfermedad en la edad adulta, pero en los últimos años junto con diabetes y obesidad, es más habitual entre la población infantil. Las últimas cifras hablan de alrededor de un 22% de niños en edad escolar padecen hipercolesterolemia.
El colesterol
El colesterol va ligado al consumo excesivo de grasas, a una dieta desequilibrada y a unos hábitos alimenticios que no son buenos.
La hipercolesterolemia es una patología muy grave que aunque no provoca en los niños infartos ni otras dolencias cardiacas hace que envejezcan de forma prematura, ocasionando unos problemas de salud que no deberían estar ligados a su edad. Puede llegar a tener arteriosclerosis a la edad de 30 años, pudiendo incluso a sufrir un infarto.
Tipos de colesterol
Hay dos tipos de colesterol, el llamado “bueno”, ligado a las lipoproteínas de alta intensidad (HDL) y el “malo”, ligado a las lipoproteínas de baja intensidad (LDL). Este último es el que se acumula en las arterias, haciéndolas más rígidas y obstruyéndolas poco a poco, dando lugar a enfermedades cardiovasculares.
La implicación de los padres
Por eso es importante la implicación de los padres en la alimentación infantil para procurarles unos hábitos alimenticios sanos y equilibrados desde muy pequeños.
Hay ciertos alimentos que debemos evitar de su dieta para que no caigan en la hipercolesterolemia, aquí vamos a ver algunos ejemplos
Es habitual consumir mantequilla en el desayuno o merienda, una buena idea es cambiarla por un queso de untar, sustituirla por aceite de oliva en las tostadas.
A los niños y no tan niños les suele atraer bastante la comida rápida, algo que debemos evitar, aunque en ocasiones, sin preparamos nosotros pizzas caseras haciendo la masa con harina y los ingredientes productos de calidad, les podemos dar el gusto. Lo mismo que las hamburguesas, si elegimos la carne en la carnicería, y les pedimos que nos la piquen, nos aseguraremos una carne de calidad.
Los aperitivos embolsados como patatas fritas, gusanitos, etc, así como las chuches tienen que tomarse de forma puntual y esporádica, nunca de forma habitual, ya que sus altos contenidos en grasas saturadas y colesterol, así como grasa trans, hace de ellos un enemigo para su dieta. Tampoco debemos privar a nuestros hijos que los tomen, pero muy de vez en cuando, nunca debe ser de forma habitual.
Para las meriendas suelen ser habituales los bocadillos, que suelen contener embutidos, es importante que sean magros, como el pavo, jamón serrano o cocido, que contienen menos grasas.
Algo que debemos desterrar de la dieta de nuestros hijos es la bollería industrial, ya que contienen mucho colesterol y grasa trans.
¿Y si mi hijo ya tiene el colesterol alto?
No es habitual que un niño de menos de 4 años tenga el colesterol alto, pero si así fuera no debes modificar en exceso su dieta ya que las grasas y el colesterol HDL son muy importantes para garantizar su normal crecimiento y desarrollo. Simplemente limita los azúcares, la bollería industrial, la carne roja, los quesos muy grasos y los embutidos como el chorizo.
A partir de esa edad, sigue estos consejos:
-Dale leche semidesnatada o desnatada si ya es adolescente.
-Los primeros platos deben ser siempre verduras cocidas, a la plancha o legumbres. Sólo de vez en cuando pasta o arroz.
-Tres piezas de fruta al día.
-Sustituye la carne por el pescado, pero si come carne, es mejor que sea carne blanca, como por ejemplo, pechuga de pollo.
-Evita que consuma grasas saturadas como mantequilla, nata, tocino, embutidos grasos, etc.
-Elimina de su dieta la bollería industrial y los pasteles.
-Controla su peso de forma habitual
-Enséñale hábitos de vida saludables como hacer deporte de forma regular, si es deporte en equipo mejor, ya que su motivación será mayor, al estar con niños de su edad. Al menos que camine 30 minutos al día.
Los alimentos que puede comer a diario son los lácteos semi desnatados como la leche y los yogures, quesos poco grasos, fruta y verdura, aceite de oliva, frutos secos ( sin excederse ), legumbres, cereales integrales y zumos de frutas naturales.
Hay otra serie de alimentos que no se aconseja tomar todos los días como son los huevos, no debería de tomar más de tres a la semana. Carnes rojas, sólo dos veces a la semana, y el pollo, un máximo de tres veces a la semana y la pasta, hasta tres veces a la semana.
Y los alimentos que debes desterrar de su dieta son los lácteos enteros, la bollería industrial, los aperitivos embolsados, mantequilla, salsas como ketcup, mayonesa, etc y embutidos en general.
En cualquier caso, siempre acude al pediatra de tu hijo, que será el que mejor te pueda ayudar en una dieta equilibrada y sana para tu hijo.
