Cereales

Comer alimentos sin gluten cuando no eres celíaco

sin gluten

Como ya se sabe desde hace unos años, y además de forma más generalizada, el gluten es un gran problema si eres celíaco. Es más, hasta no hace mucho, el problema, además de tener que ver con la salud, también tenía que ver con el dinero, pues los alimentos que no llevaban gluten, eran realmente caros, un auténtico artículo de lujo.

Han ido pasando los años y ahora existe gran variedad de productos que ya no llevan gluten, productos hechos para el consumo de aquellos que son celíacos. Y sin embargo, con esa accesibilidad a esos productos, en los últimos tiempos hay quienes sin ser celíacos, se han apuntado al carro del “sin gluten”.

Ahora la que pregunta que nos debemos hacer es la siguiente, ¿Comer sin gluten sin ser celíaco tiene alguna ventaja? ¿Qué peligros existen al eliminar el gluten de la dieta sin necesidad alguna?

Quizás el origen de todo ha sido pretender mostrar al gluten como un alimento malo, nada saludable, pero la realidad es bien distinta. El gluten no es imprescindible en la dieta, siempre y cuando esta sea totalmente equilibrada, pero tampoco es un alimento que resulte nocivo para la salud.

Origen de la moda alimentos sin gluten

Pues sí, para aquellas personas que padecen celiaquía, el sin gluten es una necesidad, pero para quienes no la padecen, intentar o pretender comer sin gluten es producto de una moda.

El origen viene dado por diferentes celebridades, famosos que se han mostrado contrarios al gluten, aseverando que comer sin gluten es muy beneficioso para la salud, incluso contando historias de éxito gracias a las dietas sin gluten. Algo realmente grotesco.

A este carro se han subido actores, actrices, deportistas, mostrando las bondades del no-gluten, con mejoras de belleza, salud e incluso rendimiento deportivo.

Es cierto que la sensibilización por la celiaquía es reciente, pero la demonización del gluten está completamente fuera de lugar.

Supuestos beneficios de las dietas sin gluten

Ahora bien, veamos cuáles son los argumentos que se esgrimen para sacar de la dieta el gluten.
Los argumentos de famosos y deportistas se basan en los problemas que padecen los celíacos, como si aquellos que no lo son, los pudieran padecer también. Adelgazar, no tener problemas en la digestión, sensación de bien estar, y todo ello con un trasfondo de vida más sana siempre que te quites el gluten de en medio.

Lo cierto es que no existen estudios científicos que pueden avalar todo esto que se comenta.

Pero también es cierto que aquellas personas que han decidido dejar de tomar alimentos que contengan gluten, dicen sentirse mejor, ¿Cómo puede ser esto?

Pues bien, por un lado hay que preguntarse qué tipos de alimentos son los que consumimos que llevan gluten. Aquí es donde verás que estos alimentos suelen ser los menos recomendables, bollería industrial, comida rápida, dulces, alimentos procesados, alimentos precocinados, etc.

Así que si has decido eliminar el gluten de tu dieta eliminando este tipo de alimentos, enhorabuena, has dejado de comer mal, para empezar a comer más sano y saludable. Como ves el problema no era el gluten, si no los alimentos que se comían y que lo contenían.

Además, hay quienes están muy concienciados por la alimentación y deciden cambiar la pasta por las legumbres, y el pan blanco por el pan con cereales. Y además añaden más cantidades de verduras a su dieta. Pues parece evidente que cambiar unos alimentos por otros más sanos te hace sentirte mejor, tener mejores digestiones, etc. Así pues, de nuevo, el problema no es el gluten.

Otro motivo por el que aquellas personas que sin ser celíacas han dejado de lado el gluten y dicen sentirse mejor, es por el llamado efecto placebo. Esto quiere decir que hay personas que comen algo que realmente piensan que les viene bien, y al autoconvencerse de esto, realmente se sienten mejor.

Consecuencias negativas

Puede parecer, por lo visto anteriormente, que al final, prescindir del gluten es básicamente dejar de comer alimentos que no los son tanto, o que no son saludables. Pero hay consecuencias que van más allá.

Como parece que no comer gluten ya no es por la enfermedad celíaca, si no por una moda reciente, estamos dejando de lado lo que realmente ocurre a los celíacos.

Por otro lado, estas modas reportan importantes beneficios a muchas empresas, y como llevar la etiqueta sin gluten es parte de la marca de la moda, se están aprovechando a subir precios de ciertos productos sin ningún tipo de sentido.

Además, desde que existe esta tendencia o moda, han aumentado los casos de contaminación cruzada. Esto se debe a que parece que se han podido relajar algunos protocolos de seguridad alimentaria, que se pueden encontrar trazas de gluten en alimentos o platos en casos puntuales, debido a que ya no se trata como una enfermedad, si no como una moda.

Cualquiera puede comer alimentos sin gluten, y si encuentra una traza sin ser celíaco, no va a sentir nada, pero para un celíaco, encontrarse trazas puede ser fatal.

Antes los productos específicos para celíacos eran caros. Ahora se han abaratado algo, pero no lo suficiente, debido principalmente a que se ha convertido en una moda, y lo que está de moda se paga más caro.

Por otro lado, como se trata de una moda, pues son muchos los productos que no son nada saludables que se fabrican sin gluten en busca de todo el público, tanto celíacos como no. Hablamos no sólo de galletas, si no de cereales, postres lácteos como natillas, embutidos, gominolas y un largo etcétera. Pero efectivamente, la dirección no es la sana, si no la comida basura o hipercalórica.

La necesidad del gluten en nuestra dieta

Es cierto que el gluten no es imprescindible en nuestra dieta diaria, pero lo realmente importante es dejar de lado modas y comer sano y variado. Eliminar los productos procesados y comer alimentos de verdad, una dieta basada en frutas y verduras, pescado y en menor medida carne. Y siempre mucho mejor, si la cocinamos en casa, si compramos la fruta y verdura de temporada en el mercado de nuestra ciudad. De la misma manera que la carne y el pescado, siempre fresco y de kilómetro cero.

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