A la pregunta de cuándo hay que controlar el consumo que hacemos de azúcar, la respuesta debería ser siempre. El azúcar refinado que está presente en gran cantidad de alimentos procesados y bebidas azucaradas, y el consumo de estos productos no resulta saludable para nuestro cuerpo, ya que produce altibajos en el índice glucémico.
En cualquier caso, es bastante habitual su consumo, y este se nos puede ir de las manos, con las consiguientes consecuencias negativas para nuestra salud. Pero sin embargo, nuestro cuerpo nos puede mandar unas señales que nos indican que estamos sobrepasando en exceso el consumo de azúcar.
Qué ocurre cuando consumimos azúcar
Para mantener un nivel regulado del nivel de azúcar se deben hacer comidas de forma regular, es decir, cinco comidas. Y que estas sean saludables, es decir que predominen verduras, legumbres sobre todo, y en menor medida pescado y carne blanca.
Cada vez que ingerimos un producto que contiene azúcar, se elevan los niveles de azúcar en nuestro torrente sanguíneo. Nuestro organismo, para intentar mantener los niveles adecuados de azúcar, hace que el páncreas segregue insulina. La utilidad de la insulina es rebajar los niveles de azúcar ya que incrementa los tiempos de respuesta de las células en la absorción del azúcar.
Mantener los niveles de azúcar adecuados, cuando hay un consumo excesivo del azúcar, exige un esfuerzo al organismo ya que tiene que coordinar diferentes glándulas.
Tener unos niveles correctos de glucosa en sangre nos mantiene en un estado de salud adecuado. Nos ayuda a conciliar el sueño, pues el azúcar produce efectos excitantes. Además, gracias a no sufrir los conocidos como picos de azúcar, mantenemos un ánimo estable. Y a todo esto, hay que sumar un sistema inmunitario en perfecto estado.
Cómo sabemos si debemos controlar el consumo de azúcar
El cuerpo es sabio, y si le sabemos escuchar, nos dice con ciertas señales que debemos controlar la ingesta de azúcar.
A continuación te contamos cuáles son esas señales que nos indican que estamos consumiendo un exceso de azúcar.
Si en ocasiones, demasiado habituales sientes las necesidad de comer algo dulce, sea como sea.
Sentir irritación o irascibilidad si no se ha comido aún.
Justo después de comer, sentir un muy buen ánimo, justo lo contrario que antes de comer.
Sentir ansiedad sin motivo aparente, el motivo es la falta de consumo de azúcar en ese momento.
No dormir bien, e incluso despertarse por la noche en diferentes ocasiones.
Tener hambre todo el rato, incluso al poco tiempo de haber comido. Esto se debe a los picos de azúcar que se tienen justo cuando se ha ingerido alimentos con exceso de azúcar.
Bajar de peso te resulta imposible, aún intentándolo. Comer de forma habitual alimentos azucarados se convierte en un exceso de calorías y grasas saturadas. Sin cambiar a una dieta saludable y realizar ejercicio de manera regular, difícilmente se va a perder peso.
La cintura es voluminosa y más ancha que las caderas.
Padecer momentos de apatía sin razón alguna.
Cuando se padecen un buen número de estos síntomas, es bastante probable que se tengan que poner medidas para volver a la normalidad. Acudir al médico habitual para realizar un análisis de sangre y determinar cuáles son los siguientes pasos a llevar a cabo, es la mejor manera para evitar que se pueda llegar a padecer diabetes.
Alimentos e índice glucémico
Los alimentos que comemos son los que hacen que el índice glucémico suba en exceso o se mantenga regulado, así pues, conocer cómo responde nuestro organismo a la ingesta de los alimentos, nos ayuda evitar los altibajos en el índice glucémico.
Los alimentos que se deben restringir completamente de la dieta son aquellos que provocan índices glucémicos muy altos. Estos alimentos son básicamente cualquier alimento procesado como la bollería industrial, productos que contengan azúcar refinado como galletas, barritas de cereales o cualquier otro aperitivo del estilo.
Hay ciertos alimentos de índice glucémico alto, en este caso no hace restringirlos de la dieta habitual, pero sí, no abusar de su consumo. Podemos hablar del plan blanco, frutas dulces como son el plátano, las uvas pasas y otros alimentos que nos resultan dulces como zanahorias, maíz o remolacha. El arroz blanco es otro de estos alimentos.
A continuación vienen los alimentos con un índice glucémico medio, es decir, se pueden comer, pero no de forma habitual. Con esto, nos referimos a aquellas personas que tienen altos niveles de azúcar.
Frutas dulces como el melón, uvas, piña, naranjas y melocotones. Cereales como la avena y pasta. También afecta al arroz integral.
Y por último, los alimentos con un índice glucémico bajo, o lo que es lo mismo, mantienen los niveles de glucosa en sangre correctos. Se pueden comer siempre sin ningún tipo de problema. Los frutos secos, destacando de estos las nueces. Legumbres como las lentejas, frutas como las cerezas, manzanas, pomelo y albaricoques, y vegetales como el brócoli, espárragos y apio.
Ante cualquier duda, lo mejor es siempre acudir al médico habitual, pues él marcará unas pautas para normalizar los niveles de glucosa en el organismo.
