Durante el periodo de las Navidades, además de comer más de la cuenta debido a los diferentes días de celebración, solemos comer gran cantidad de dulces de Navidad. Estos aportan una importante cantidad de energía, calorías, azúcar y colesterol. Parece difícil evitarlos, tampoco hay por qué hacerlo, pero sí hay que moderar su consumo, tanto a los más pequeños, como a los más mayores.
Se calcula que en una semana un adulto puede llegar a aumentar su peso hasta en dos kilos, no sólo se debe al consumo de dulces, si no al exceso en las comidas y bebidas. La mejor solución para evitar ganar peso es limitar cierto excesos controlados a los días festivos indicados, y no dejar al alcance de la vista o las manos esos dulces tan apetecibles.
A continuación te contamos de qué están hechos los dulces más populares en Navidad y sus aportes en azúcares, grasas y colesterol.
Dulces de Navidad
El turrón es una de las estrellas indiscutibles dentro de los dulces de navidad, hay decenas de tipos de turrón dependiendo de su contenido.
El turrón más tradicional es el duro y blando, hecho entre otros ingredientes con almendras, pero además contienen clara de huevo, azúcar, miel y grasas. Este tipo de turrón aporta alrededor de 500 kcal por cada 100 gramos, pero sin embargo, no aporta colesterol.
Los turrones de chocolate también son muy populares, destacan los que están hechos con chocolate con leche y almendras. Estos son especialmente calóricos, llegando a los 550 kcal por cada 100 gramos.
En cambio los turrones de sabores son bombas calóricas, los más habituales son los de chocolate, frutas, yema, mazapán, superando las 500 kcal por cada 100 gramos, aunque por supuesto, estos valores pueden variar dependiendo de la marca.
Los polvorones son otros grandes protagonistas. Su elaboración se hace a base de manteca de cerdo, una grasa que además de ser saturada, es poco saludable. Deben su nombre al azúcar en polvo que se le añade. Además contiene harina y huevo. 100 gramos suponen casi 500 kcal.
Los mantecados se parecen bastante a los polvorones, pero estos no tienen el azúcar en polvo que caracteriza a los polvorones. Además se le añaden potenciadores de sabor. Sus aportes calóricos son algo menores, alrededor de 450 kcal por cada 100 gramos.
Si hay un dulce de navidad donde la base de elaboración es la almendra, es el mazapán. Además, como el turrón duro y blando, el mazapán carece de colesterol. La presentación de este dulce suele ser en figuritas, cada una de estas aportan alrededor de 150 kcal.
Hemos hablado de las almendras, pues bien, algunos datos sobre estos frutos secos, 100 gramos de almendras crudas aportan hast 590 kcal, si hablamos de las almendras garrapiñadas, nos vamos hasta los casi 600 kcal.
Cuando ya parece que acaban las Navidades, nos encontramos con la fiesta de Reyes, donde el dulce estrella es el Roscón de Reyes. Sus ingredientes son harina, leche, huevos, azúcar, y el relleno, o chocolate, crema o nata. No resulta un dulce especialmente calórico si no contiene relleno, es el relleno el que aumenta de forma considerable la cantidad de calorías que aporta, alrededor de 110 kcal por ración.
El panettone es un dulce de origen italiano que en los últimos años se está haciendo más presente en nuestras mesas durante las Navidades. Es dulce, junto con el Roscón de Reyes, este dulce es de los menos calóricos, alrededor de 160 kcal por ración.
En el caso de las frutas escarchadas, quizás sea por su nombre, se suele pensar que son más saludables que el resto de los dulces nombrados, pero no es así. Las frutas escarchadas están elaboradas en su gran mayoría, alrededor del 80%, de azúcar, lo que la convierte en un dulce muy calórico, alrededor del 330 kcal por cada 100 gramos.
Sin azúcar y Sin azúcar añadido
Llegados a este punto, quizás ya estemos empachados de calorías, dulce y colesterol, por eso hay quienes dirigen sus miradas a los dulces sin azúcar, o sin azúcares añadidos. El término, Sin Azúcar no es exacto, ya que un alimento sin azúcar puede tener un máximo de 0,5 gramos de azúcar por cada 100 gramos.
En el caso de los denominados como Sin azúcar añadido, estos azúcares son sustituidos por otros edulcorantes. Es importante tener esto en cuenta, ya que al hablar sin azúcar, o sin azúcares añadidos, no quiere decir que no contenga calorías.
Aquellos que padecen diabetes también tienen derecho a comer dulces, por ello, existen los que sustituyen el azúcar y sacarosa por la fructosa, pero esta también contiene calorías, tantas como el azúcar.
Compensar
Es difícil evitar comer dulces, de hecho, normalmente se comen cantidades mayores de las recomendadas. En nuestra mano está fijarnos en la composición de los productos que compramos y consumimos, por ejemplo, es más saludable un dulce elaborado con grasas vegetales que con grasas animales, ya que son más sanas y menos calóricas.
De nuevo, recordar que la moderación es la mejor arma para combatir esos kilos de más que se pueden ganar durante estas fechas.
Para limitar los excesos de los dulces navideños, fíjate en la etiqueta del producto y en su aporte calórico y compensa con el resto de las comidas. Se trata de disfrutar de la Navidad plenamente, pero siendo consciente de que debes moderarte en el resto de comidas.
