Frutas Vida Sana

Granada, propiedades y beneficios

granada

La granada es una de las frutas que, quizás sin ser consumidas de forma generalizada, tiene una gran cantidad de propiedades nutricionales y beneficios para la salud.

Si por algo se distingue la granada es por sus propiedades antioxidantes, antisépticas y antiinflamatorias.

Algunos de sus aportes son los polifenoles, muy importantes por su actividad antioxidante, además de reducir el riesgo de tener enfermedades cardiovasculares.

Vitaminas C, B1, B2, hierro, fósforo, potasio y magnesio son otros de los aportes que nos brinda la granada.

Beneficios de la granada

Como hemos comentado anteriormente, la granada, gracias a los polifenoles, tiene un gran poder antioxidante que por un lado contribuye a evitar enfermedades cardiovasculares, y por otro disminuye la capacidad de oxidación de las células cutáneas.

La granada contiene mayor contenido en polifenoles que el té verde u otras frutas como los arándanos.

Otro beneficio de la granada es que evita a retención de líquidos, combate la hipertensión, exceso de ácido úrico. Ayuda a evitar la anemia ferropénica, que puede aparecer durante el embarazo.

Combate los parásitos intestinales.

Otro de los beneficios del consumo de la granada es que favorece el alivio del asma.

Ayuda a tener una buena digestión, pues es buena en caso de padecer problemas relacionados con los cólicos, diarrea y flatulencias.

Es un conocido alimento astringente.

La granada está compuesta en un 80% de agua, contiene alrededor de 65 calorías por cada cien gramos. Con estas características se convierte en un alimento diurético que además aporta gran cantidad de fibra.

Gracias a sus aportes ayuda a reforzar el sistema inmunológico, y aumenta las defensas contra las enfermedades propias del invierno como son resfriados, gripe, sinusitis y faringitis.

Ayuda a controlar el colesterol, reduciendo el colesterol malo (LDL) y aumentando el colesterol bueno (HDL).

Cómo comer la granada

La granada puede resultar una fruta no tan rápida para comer como son el resto. Esto es debido a la gran cantidad de granos que contiene. Este se puede convertir en un proceso laborioso si no se conocen algunos trucos que nos van a facilitar la vida.

Para facilitarnos ese proceso, podemos coger la granada y partirla en dos, ponemos un plato o una fuente debajo, y vamos apretando cada mitad de la granada para que se vayan aflojando los granos, y mientras golpeamos con el culo del cuchillo en la piel para que vayan cayendo.

Es importante quitar la piel amarilla que recubre los granos pues es bastante amarga.

Se pueden servir en ensaladas, como parte de la guarnición en guisos con carne, se pueden añadir en zumos junto con otras frutas, o simplemente se pueden comer los granos uno a uno, como si fueran frutos secos.

Hay que evitar el consumo excesivo de granada ya que puede causar intoxicación, alguno de los síntomas son dolor de cabeza, mareos, somnolencia.

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