Enfermedades Lactancia

Mastitis, síntomas, prevención y tratamiento

lactancia

La mastitis es una infección que se produce en el tejido mamario. También se suele denominar como inflamación, infección o absceso mamario. La causa de esta infección son las bacterias que se introducen en grietas y a través del pezón. Esta infección se suele producir durante la época de la lactancia materna.

Debido a los dolores que causa, normalmente suele ser la causa del abandono de la lactancia materna.

Qué es la mastitis y cuáles son sus síntomas

Se suele dar sobre todo en los días posteriores al parto. Esta infección puede padecerse más de una vez y suele producirse principalmente en uno de los senos.

Como hemos comentado anteriormente, estas infecciones y también obstrucciones de los conductos mamarios se deben a la incursión de bacterias. Pero, ¿cuáles son los síntomas de la mastitis?

Se producen inflamaciones del pecho, y por supuesto dolor, pero otros síntomas son el aumento del tamaño del pecho, calor en las zonas con infección, secreción de pues a través de los pezones, aumento de sensibilidad de estos. También puede llegar a producir náuseas, cefaleas, fiebre, debilidad y malestar general, como cuando se padece gripe.

Tratamiento de la mastitis

Es muy importante centrarse en el origen de la mastitis, que pueden ser varios.
En primer lugar hay que comprobar si el bebé se está agarrando de forma correcta al pecho y además si lo está vaciando.

También hay que comprobar si en la leche materna existe alguna bacteria que lo haya contaminado y que pueda provocar la infección mamaria.

Si ya padeces mastitis, aplica calor usando paños varias veces al día. Cuida mucho la higiene durante todo el proceso de la infección. Utiliza un sacaleches para extraer la leche que aún quede.

El tratamiento más habitual para la mastitis consiste en la prescripción de antiinflamatorios a la madre que ayudarán a eliminar tanto la fiebre como los dolores que causa. También se suelen administrar probióticos que son específicos para las madres lactantes, ya que estos van a ser fundamentales en la reparación de la flora dañada.

En algunos casos se realizan incisiones para poder drenar el contenido de la mama, pero esto sólo ocurre en los casos con mayor complicación. Salvo en este último caso, es bastante probable que el médico te aconseje seguir dando el pecho al bebé.

Cómo evitar la mastitis

La prevención de cualquier enfermedad es muy importante, y no lo es menos con la mastitis, debido a los fuertes dolores que produce.

La forma más eficaz para evitar cualquier dolor o molestia durante la lactancia es vaciando completamente las mamas después de cada toma.
Asegurarse que el bebé se está agarrando correctamente al pecho.
Si observas grietas en el pezón, debes cuidarlas y limpiar con el fin de evitar infecciones.

Vídeo sobre la mastitis

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