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Acidez estomacal durante el embarazo

antojos durante el embarazo

La acidez estomacal durante el embarazo es una dolencia bastante habitual que suele comenzar a partir del tercer mes, incrementándose su aparición durante los tres últimos meses, sobre todo, debido a la presión del útero sobre el estómago.

Causas de la acidez estomacal durante el embarazo

Además de la mencionada presión del útero sobre el estómago, son otras las causas de la acidez estomacal que padecen una gran mayoría de mujeres embarazadas.

Los cambios hormonales durante el embarazo son muy habituales. Con respecto a la acidez estomacal, destaca la hormona progesterona cuyos niveles aumentan durante el embarazo. La progesterona contribuye en la relajación del esfínter esofágico inferior de tal manera que provoca que el tiempo que se necesita para el procedo de vaciado gástrico sea mayor.

Durante el embarazo disminuye el ácido clorhídrico, cuya función es facilitar la digestión de los alimentos. De modo que al haber disponible menor cantidad de este ácido, las digestiones se ralentizan lo que lleva que en ocasiones la comida suba y provoque acidez estomacal.

Remedios para evitar la acidez estomacal

En nuestras manos tenemos diferentes remedios para evitar esta situación, aunque si probándolas vemos que la acidez no remite, deberemos consultar con un médico. Algunos anti ácidos habituales como el bicarbonato de sodio pueden estar contraindicados, las infusiones son otros remedios habituales, especialmente la manzanilla, pero también pueden estar contraindicados, de modo que primero se consultará con el ginecólogo.

Al producir menos ácido clorhídrico y aumentar la hormona progesterona las digestiones se hacen más lentas, de modo que los alimentos pasan más tiempo en el estómago. Si fraccionamos las comidas comeremos menores cantidades y facilitaremos la digestión.

El alcohol y el tabaco son bastante perjudiciales, y más aún durante el embarazo ya que perjudican al futuro bebé. Además provocan acidez de estómago por lo que hay que restringir completamente su consumo.

Los cítricos como la naranja, limón, mandarina, etc. y sus derivados (zumos), los tomates, el vinagre y la pimientason alimentos que pueden irritar el esófago, aumentando la acidez y empeorando la situación, de modo que deberemos evitarlos en la medida de lo posible.

Evitar los alimentos ricos en grasas como son los fritos, guisos o estofados, así como los refrescos con gas.

Si vamos a comer alimentos crudos, conviene lavarlos bien, para evitar que los jugos gástricos aumenten su trabajo debido a bacterias. El pescado crudo es de difícil digestión, de modo que será mejor evitarlo.

Tenemos la costumbre de beber agua durante las comidas, pero resulta más saludable hacerlo antes o después, evitando así aumentar el volumen estomacal.

Hay que evitar consumir café pues provoca acidez.

Cuando terminemos las comidas debemos evitar tumbarnos, recostarnos o tomar otras posiciones similares ya que favorecen el reflujo. Tampoco debemos agacharnos.

Después de las cenas conviene esperar entre dos y tres horas antes de acostarse. Esto debería ser una norma habitual, no sólo durante el embarazo, ya que ayuda a hacer la digestión más fácil. Cuando estamos incorporados es más difícil que el ácido llegue al esófago que cuando estamos tumbados.

Por último podemos elevar el cabecero de la cama, ya sea colocando unos tacos en las patas delanteras o usando cojines o almohadas, así vamos a mantener el jugo gástrico en el estómago.

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