¿Qué es un fruto seco?
Los frutos secos se llaman así debido a que contienen menos de un 50% de agua que el resto de frutos, sin que hayan pasado por ningún proceso que los manipule. Normalmente los frutos secos están contenidos en una cáscara dura, por ejemplo cacahuetes, nueces, almendras, pistachos, etc.
Se suelen confundir los frutos secos con los frutos desecados o deshidratados, ya que estos pertenecen a otro grupo. Algunos de estos son las ciruelas, las uvas pasas, orejones, etc.
Propiedades de los frutos secos
Las propiedades de los frutos secos son numerosas, y esto se debe a su gran cantidad de aportes nutricionales. Algunos de estos aportes son las vitaminas A, B y E, ácidos grasos Omega 3, minerales como el hierro, magnesio, zinc, calcio, fósforo o magnesio. Su contenido en fibra es alto, así como en antioxidantes y oligoelementos. Todos estos aportes nutricionales que brindan los frutos secos, hacen que sean fundamentales para prevenir enfermedades cardiovasculares. Así que debemos añadirlos a nuestra dieta diaria, pero debido a su gran aporte energético, no conviene comer más de 20 gramos al día de frutos secos.
Tienen un gran aporte proteico, pero carecen de metionina, que es un aminoácido esencial, que sin embargo se puede encontrar en abundancia en los cereales, así que la combinación de cereales con frutos secos va a proporcionar proteínas tan completas como las que se pueden encontrar en los huevos, la carne o el pescado.
Beneficios de los frutos secos
Gracias a su aporte en fibra son buenos para combatir el estreñimiento.
Debido al gran aporte energético es bueno comerles cuando se van a realizar actividades deportivas, o en época de exámenes.
Contienen gran cantidad de antioxidantes, y esto nos ayuda a combatir el envejecimiento de las células. También ayuda a combatir la producción de radicales libres, siendo estos responsables de la aparición de cáncer.
Sus aportes nutricionales previenen las enfermedades cardiovasculares.
Algunos frutos secos
Las nueces tienen un alto aporte en proteínas, más incluso que la carne, pero a diferencia de esta, no contiene las grasas que resultan nocivas para el organismo. Además su digestión es más sencilla. Debido a esto, se considera un alimento fundamental en las dietas vegetarianas.
Por otro lado el aporte en ácidos grasos Omega 3 es alto, que como beneficio para la salud previene algunos tipos de cáncer.
Las nueces tienen un potente efecto sedante, que ayuda a paliar el estrés intelectual a la vez que sirve como relajante. Por sus beneficios asociados a la actividad intelectual, se recomienda que lo consuman los jóvenes durante la época escolar.
Las almendras son muy ricas en fibra y calcio, en dietas vegetarianas se utilizan como sustitutas de los productos lácteos, un consumo diario de 4 almendras va a favorecer el tránsito intestinal además de aportar calcio al organismo.
Las almendras favorecen la lenta absorción del azúcar, lo que hace que el organismo tarde más en convertir el azúcar en grasas y esté disponible como energía.
Previenen la osteoporosis y son fundamentales en el crecimiento de los niños. Además es un alimento perfecto para aquellos que padecen intolerancia a la lactosa, ya que como hemos comentado anteriormente, tienen un gran aporte en calcio. La leche de almendras se ha vuelto muy popular en los últimos años.
Los pistachos destacan por tener un alto contenido de vitamina A, muy por encima de otros frutos secos. Es muy rico en Tiamina, que es fundamental en el proceso de metabolismo de los hidratos de carbono y de los aminoácidos.
Su alto contenido en ácido oleico ayuda a disminuir la absorción del colesterol y a mantenerlo en niveles normales. El consumo de pistachos es muy bueno en la prevención de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.
Las avellanas tienen un alto contenido en ácido fólico, de modo que su consumo es muy beneficioso para las mujeres embarazadas. El ácido fólico, además ayuda a prevenir enfermedades relacionadas con el corazón y degenerativas.
También se consideran muy buenas las avellanas para la prevención del alzheimer. Otro de los beneficios que aportan las avellanas es que son muy buenas para combatir la hipertensión. Además ocurre como con las almendras, que favorecen la lenta absorción del azúcar.
Conservación y consumo de los frutos secos
Si queremos aprovechar todos los beneficios de los frutos secos, debemos consumirlos lo más frescos posible, pues su alto contenido en grasas hace que se pongan rancios fácilmente.
La mejor combinación para su consumo es con frutas o cereales.
El consumo de frutos secos es necesario para mantenernos sanos, pero hay que tener en cuenta cómo se consumen. Si los consumimos manipulados, es decir fritos, con sales añadidas, etc, vamos a tener un gran aporte de grasas saturadas debido a los aceites con los que han sido tratados, aumentando el colesterol, provocando sequedad de mucosas o padecimientos en los riñones.
Comer frutos secos como aperitivos es lo más común, pero ya hemos comentado anteriormente que no se deben consumir más de veinte gramos al día, así que es mala idea servirnos un bol con frutos secos en celebraciones, reuniones, etc.
Así que recuerda que los frutos secos han de comerse frescos y naturales, nunca ni salados ni fritos, ni tratados industrialmente.
Hay algunos frutos secos cuyo consumo puede no ser tan beneficioso, como son los piñones, ya que causan molestias estomacales. Por el contrario, los piñones también tienen un gran aporte proteico.
Las castañas contienen gran cantidad de azúcares, pero el contenido calórico es bajo. No aportan cantidad importante ni de grasas saludables ni proteínas.
Por último las semillas de girasol, conocidas popularmente como pipas, cuando se comen crudas, apenas tienen sabor, pero saladas no son precisamente sanas.
Los frutos secos y las alergias
Los frutos secos son uno de los alimentos que mayor porcentaje de alergias alimentarias produce. De modo que hay que tener cuidado con su consumo, y restringirlo totalmente en caso de sufrir alergia. Te invitamos a que leas el siguiente artículo, Alergia a los frutos secos.
